Hoy, 21 de febrero, fecha instituida por la UNESCO como Día
Internacional de la Lengua Materna, es una jornada que encuentra al Estado
paraguayo ante el gran desafío de plantear las políticas públicas acordes a la
protección y defensa de la treintena de lenguas habladas en el país y que se
constituyen en lenguas maternas de grupos ciudadanos que gozan de derechos.
En consonancia con
los principios de la UNESCO, que abogan por la diversidad cultural y
lingüística como pilar fundamental de sociedades sostenibles, desde la
Secretaría de Políticas Lingüísticas (SPL) promovemos iniciativas que fomenten,
por un lado, el uso equitativo de las dos lenguas oficiales y mayoritarias del
país, guaraní y castellano.
Asimismo, como institución gubernamental responsable del
respeto y la protección de la diversidad lingüística, así como de los derechos
lingüísticos de todos los ciudadanos, trabajamos incansablemente para
desarrollar políticas lingüísticas que promuevan la inclusión y el
reconocimiento de todas las lenguas indígenas, la lengua de señas, así como las
lenguas extranjeras habladas en el país.
Nuestra misión es clara: planificar, investigar y proteger
las lenguas del Paraguay, garantizando su preservación y promoviendo su uso en
todos los ámbitos de la vida nacional, es por ello que siempre nos encontramos
en la misión de velar por las lenguas maternas.
En este Día Internacional de la Lengua Materna reafirmamos
nuestro compromiso con la diversidad lingüística y cultural de Paraguay;
asimismo, instamos a todos los sectores de la sociedad a unirse a la protección
y promoción de nuestras lenguas maternas, reconociendo su valor intrínseco y su
contribución al patrimonio cultural de la nación.
Solo mediante el respeto y la valoración de todas las lenguas que conviven en nuestro país podremos construir una sociedad más inclusiva, justa y equitativa para las generaciones futuras.
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La iniciativa para conmemorar el Día Internacional de la Lengua Materna surgió de Bangladesh y fue ratificada durante la Conferencia General de la UNESCO en 1999, marcando su observancia mundial desde el año 2000. En Paraguay, esta fecha cobra especial relevancia, ya que refleja la riqueza lingüística de nuestra nación y la necesidad de preservar y promover nuestras lenguas.